Forward 2003 - 2009

El Abc Del Tactical Media

por David García y Geert Lovink

Los Tactical Media han sido producto de una revolución en el ámbito de la electrónica doméstica y de las formas expandidas de distribución (desde acceso público al cable hasta Internet) y su consiguiente explotación por individuos o grupos que se sienten oprimidos o excluidos de una cultura expandida. Los Tactical Media no sólo infoman, debido a que, al no ser imparciales, participan y es esto más que nada lo que les separa de los principales flujos mediáticos.

Una ética y estética táctica distintiva que ha emergido, culturalmente influenciada por la MTV a través de los recientes trabajos de video hechos por artistas. Comenzó siendo una estética sucia e improvisada que, aún tratándose simplemente de un nuevo estilo (al menos en su forma videográfica), ha venido a representar todo un referente iconográfico en los 90.

Los Tactical Media son unos medios de crisis, crítica y oposición. Esto constituye, a la vez que la fuente de su poder ("la ira es energía"), su propia limitación. Sus héroes típicos son; el activista, guerreros nómadas en los medios, el pranxter, el hacker, el rapper callejero, el kamikaze con su videocámara, ’happy negatives’ siempre en busca de un enemigo. Pero resulta que, una vez que el enemigo ha sido nombrado y vencido, es entonces cuando le toca al activista entrar en crisis. Luego (y a pesar de sus logros) resulta fácil burlarse de él, con frases extraidas del derecho: "políticamente correcto","cultura victimaria" etc. Ya de un modo más teórico, las mismas políticas de identidad, críticas mediáticas y teorías de la representación, fundadoras en gran medida de los dispositivos tácticos mediales de la tradición occidental, están en crisis. Estas formas del pensamiento son vistas por la mayoría como resíduos críticos y represivos de un humanismo tardío.

Creer que lo referente a la representación es ahora algo irrelevante, es creer que las oportunidades cotidianas de grupos e individuos todavía no se han visto realmente afectadas por las imágenes en circulación de que dispone cualquier sociedad dada. Y el hecho de no veamos a los mass media como el único recurso centralizado para crear nuestras propias definiciones puede hacer que estos temas parezcan resbaladizos, pero no redundantes.

Tactical media, una forma cualificada de humanismo. Un antídoto útil para aquello que Peter Lamborn Wilson llamó "la ley inevitable del dinero sobre el ser humano". Pero también, un antídoto para aquellas formas emergentes de cientifismo tecnócrata que, bajo la bandera del post-humanismo, tienden a restringir los debates sobre uso humano y recepción social.

¿Qué es lo que hace que nuestros media sean tácticos? En "The practice of every day life", de Certueau analiza la cultura popular no como un ’dominio de textos y artefactos sino como un conjunto de operaciones realizadas bajo estructuras textuales o que adoptan forma textual’ Transforma el énfasis en la representación por el derecho propio a los ’usos’ de la representación. En otras palabras, cómo nosotros, como consumidores, utilizamos los textos y los artefactos que nos rodean. La respuesta que el sugiere es: "tácticamente". Esto supone unos usos mucho más creativos y rebeldes de lo que se hubiera imaginado. El describe los procesos de consumo como un conjunto de tácticas por las cuales el débil hace uso del fuerte. Caracteriza al usuario rebelde (término que prefiere al de consumidor) como táctico y al presuntoso productor (en el cual incluye a autores, educadores, curators y revolucionarios) como estratégico. Asentar esta dicotomía le permite elaborar un vocabulario táctico lo suficientemente rico y complejo para configurar una estética reconocible, distintiva. Una estética existencial. Una estética de la apropiación, del engaño, de la lectura, del habla, del paseo, de las compras, del deseo. Trucos ingeniosos, astucia de cazador, situaciones polimórficas, descubrimientos gratificantes, una estética poética además de bélica.

El reconocimiento de esta dicotomía estratégica/táctica nos ha ayudado a dar nombre a un tipo de productores que parecen únicamente conscientes del valor de estos cambios direccionales del flujo de poder. Y más que resistir a estas variaciones, hacen todo lo que esté en sus manos para amplificarlas. Y, en efecto, crean espacios, canales y plataformas para facilitar estas recanalizaciones, que son la base de su práctica. Duplicamos así su (nuestro) trabajo táctico medial.

Los Tactical Media nunca son perfectos, viéndose siempre implicados (performativa y pragmáticamente) en un proceso continuo de cuestionamiento de las premisas de aquellos canales con los que trabajan. Esto requiere la confianza en que el contenido podrá mantenerse intacto en su transvase de interfaz a interfaz. Pero nunca podemos olvidar que estos media híbridos tienen su opuesto, su justo castigo, en el Medialen Gesamtkunstwerk. El programa final de la Bauhaus electrónica.

Evidentemente, es más cómodo adherirse a los clásicos rituales del underground y de la escena alternativa. Pero los tactical media se asientan en el principio, cuya responsabilidad es flexible, de trabajar con diferentes coaliciones, siendo capaces de desplazarse entre diferentes entidades a lo largo del amplio paisaje mediático, sin traicionar sus motivaciones originarias. Los Tactical Media pueden ser hedonistas, apasionadamente eufóricos. Hasta las nuevas tendencias de la moda tienen su cabida. Pero sobre todo lo que caracteriza a la práctica táctica es su movilidad. El deseo y la capacidad de combinar o saltar de de un media a otro creando un suministro constante de híbridos y mutaciones. Cruzar las fronteras, conectando y re-escribiendo una amplia variedad de disciplinas, siempre tomando plena ventaja de aquellos espacios gratuitos que aparecen constantemente gracias al ritmo del cambio tecnológico y su incierta regulación.

A pesar de que los tactical media incluyen medios alternativos, no sólo estamos restringidos a esa categoría. De hecho introdujimos el término ’tactical’ para romper e ir más allá de las rígidas dicotomías que nos han restringido el pensar líbremente este área, dicotomías tales como: amateur Vs. profesional, alternativo Vs. popular. Incluso privado Vs. público.

Nuestras formas híbridas son siempre provisionales. Lo que cuenta son las conexiones temporales que puedas hacer. Pero aquí y ahora, no vaporosas promesas de futuro, sino aquello que podamos realizar en el lugar que nos faciliten los media de los que dispongamos en cada momento. Aquí en Amsterdam tenemos acceso a una televisión local, ciudades digitales y diversos emplazamientos de nuevos y viejos medios. En otros sitios pueden disponer de teatros, muestras callejeras, cine experimental, literatura, fotografía.

Esta movilidad del Tactical Media se puede conectar con un movimiento más amplio de cultura migratoria. Auspiciada por los defensores de eso que Nie Ascherson describió como la estimulante seudo ciencia del Nomadismo. ’La raza humana muestra que sus exponentes están entrando en una nueva época de desplazamiento migratorio. Los sujetos de la historia, en otro tiempo granjeros y ciudadanos, han pasado a ser inmigrantes, refugiados, homeless urbanos.’

Un ejemplo muy característico de lo táctico puede observarse en el trabajo del artista polaco Krzystof Wodiczko que percibe cómo en la actualidad, hordas de marginados invaden el espacio público de las ciudades: plazas, parques, estaciones de trenes diseñadas en un principio por una triunfante clase media como celebración de la conquista de nuevos derechos políticos y libertades económicas. Wodiczko cree que estos espacios ocupados conforman nuevas ágoras que deberían ser usadas para su determinación. ’El artista’, dice, ’necesita aprender a funcionar como un sofista nomádico en las polis migratorias.’

Al igual que otros artistas tácticos migratorios, Wodiczko ha estudiado diversas técnicas por las cuales los débiles pueden hacerse más fuertes que sus opresores mediante la dispersión, el descentramiento, desplazándose ágilmente a través de los diferentes paisajes mediáticos tanto físicos como virtuales. ’La presa debe decubrir el modo de convertirse en cazador.’

Pero también el capital está radicalmente desterritorializado. Por eso nos gusta estar asentados en un edificio como De Waag, un antiguo emplazamiento en el centro de Amsterdam. Aceptamos felizmente la paradoja de hablar de *centros* del tactical media. Además de castillos en el aire, necesitamos fuertes de ladrillo y mortero, para resistir ante un mundo de espontáneos flujos de capital nómada. Espacios no sólo para improvisar, sino también para planificar y la posibilidad de sacar provecho de nuevas ventajas adquiridas, esto es algo que siempre ha sido preservado por estos medios estratégicos. De la misma manera que los tácticos de los media, a los que no les asusta el poder, nosotros nos sentimos contentos de adoptar esta forma de acercamiento.

Cada pocos años organizamos Next 5 Minutes una conferencia a nivel global basada en los Tactical Media. Por fin disfrutamos de una base (De Waag) desde la cual esperamos consolidarnos y seguir construyendo a largo plazo. Entendemos este edificio como un lugar para planificar eventos y encuentros regulares, incluido el próximo Next 5 Minutes. Vemos en este encuentro, y en las discusiones a las que conduzca, como parte de un movimiento que intenta crear el antídoto de eso que Peter Lamborn Wilson describe como: ’la ley inevitable del dinero sobre el ser humano’.

El D-E-F del Tactical Media

Campañas y movimientos

A pesar de que una conferencia a nivel global, el primer Next 5 Minutes, sostenida hace seis años (1993), estuvo dedicada al primer encuentro a amplia escala entre dos comunidades culturales distintivas. Por un lado, artistas y activistas de las campañas Norteamericana y de Europa Occidental y por el otro sus equivalentes de los paises antiguamente comunistas de Europa del Este y Central, artistas disidentes y activistas samizdat, todavía al sol del ocaso del papel que jugaron derrocando a los dictadores comunistas. En la excitación del descubrimiento mutuo, estas dos comunidades tendieron a restar importancia a sus diferencias ideológicas, comprensiblemente centrándose sólo en la práctica compartida de explotación de electrónica doméstica ( en estos días principalmente cámaras de video) como un medio de organización y movilización social. Nos hemos referido a esas prácticas, y a la estética distintiva a la que dieron lugar, como Tactical Media.

A pesar de que las diferencias entre estos dos grupos fueron leves en el momento, resultaron a pesar de todo profundas e iluminadoras. En los Estados Unidos y Europa Occidental, las tácticas mediales, tanto entonces como ahora, consisten amplísimamente más en campañas que en movimientos sociales de grandes fundamentos. Estos activistas no intentan ser un megáfono que represente la voz de los oprimidos o de la resistencia como tal. Una vez en Occidente, existieron movimientos sin una campaña específica. Cuestionaban cada pequeño aspecto de la vida con ’el gesto más radical’. " No queremos un trozo del pastel, queremos toda la jodida pastelería". Pero ahora existen abundantes campañas desligadas de cualquier movimiento emancipatorio a amplia escala. Como contraste, los activistas mediales de Europa Central y del Este, o el "samizdat media", habían sido parte relevante de un amplio movimiento social. Un movimiento que acabó con el desmantelamiento del Imperio Soviético. En sus comienzos estos aún intentaban mantenerse, si no entusiasmados, al menos poco críticos con respecto a su futuro bajo una economía de mercado.

Seis años después, las consecuencias de incontables flujos de capital global han hecho mucho daño. Y aunque menos utópicos sobre el potencial emancipatorio de los nuevos media, existe una convergencia generalizada por parte de muchos grupos tácticos en torno a lo prioritario de aprender de las lecciones del capitalismo global. Mientras rechazan dejar el globalismo en manos de casas de inversión y multinacionales, estos grupos combaten al capital global con campañas globales. Presentarse en esas estrategias significa mantener la vaga esperanza de que si una campaña genera la suficiente velocidad y hace eco en la sufiente gente quizá podría adoptar alguna de las cualidades de un movimiento.

Simulación Vs. Acción Real

Para muchos, la urgencia de algunas de las cuestiones a las que nos enfrentamos, genera un fuerte escepticismo sobre cualquier práctica que conlleve arte o cualquier noción referida a los media. Para los accionistas reales la equación es simple, discurso=espectáculo. Insisten en la distinción entre la acción real y la meramente simbólica. Desde esta perspectiva, los activistas mediales son acusados de hablar simplemente sin hacer nada. Por enfocar el problema de los media se nos acusa de crear más signos vacíos. Y hay mucho en la actual realidad política europea que podría sostener esta crítica. Después de todo, la expansión del ámbito medial no ha reflejado automáticamente un crecimiento equivalente de movimientos emancipatorios y prácticas críticas. Ha acabado meramente en una acumulación de tópicos auto-referenciales. Los media son acusados actualmente de fragmentar más que de unificar y movilizar. Paradójicamente esto se produce, en parte, debido a su poder discursivo para promover diferencias y para cuestionar, más que hacer propaganda.

Aunque nuestro tópico favorito sigue siendo la desaparición de los media, la era de la implosión total de todo el circo espectacular mediático. De todos modos esto sigue siendo una noción utópica ( que no debería de ser olvidada por abandono o entrega). Entre tanto al menos desde Next 5 Minutes, seguimos languideciendo en un mundo en el que muchas contiendas parecen haber abandonado las calles y el suelo de la factoría, emigrando hacia un espacio de representación ideológico, construido por y a través de los media. Esto suele estar caracterizado por un cambio del espacio público a la virtualidad, o de la acción social hacia lo mediado. En un tiempo donde podemos observar tal crecimiento de canales mediáticos, donde se da una tremenda expansión de varios ciberespacios, resulta un poco tonto hablar de un "retorno a lo real". De hecho, uno podría preguntarse incluso si cualquier política significativa podría existir fuera de esta esfera medial. El actual debate sobre "net activismo" se enfoca en la discusión sobre lo "meramente" simbólico Vs. la "acción real", con críticas que anucian escepticismo sobre la posibilidad de provocar una campaña política símplemente enviando comandos hostiles via internet o si uno puede por su propia cuenta construir un movimiento, únicamente a través de medios técnicos o pura mediación.

Otro nivel de crítica se aplica a la problemática naturaleza de las campañas auto-referenciales, campañas que no van más allá de los propios media, tales como el movimiento por el código abierto o la campaña "WE WANT BANDWIDTH" ("QUEREMOS ANCHO DE BANDA" -http://www.waag.org/bandwidth). A pesar de que creemos que no se puede dar campaña efectiva que no haya abordado los media, somos conscientes de que ésta puede ser sólo nuestra consideración, quizá nuestra arrogancia. Sabemos cuán fácil es perderse, hundirse en la atractiva pero fatal trampa de los media. Atractiva por que es algo tan amplio que siempre hay más información, más canales, más software y más asuntos políticos que surgen en esta esfera de la contestación, las fuertes contiendas que se producen dentro de la industria medial constituyen un universo dentro de ella misma. Por tanto, sí que debemos mantenernos recelosos con aquellas campañas auto-referenciales descafeinadas que se apropian del glamour del activismo sin ningún sudor ni lágrimas...Es cierto que somos vulnerables ante la acusación de estar atrapados en la misma antigua asunción de que todas las luchas de poder están siendo decididas en el espacio mediatico.De todos modos creer esto sería igual que pensar que las campañas que han intentado dañar a Shell, Nike o McDonalds han estado luchando en un nivel puramente semiótico. Resulta una posición demasiado lujosa y fácil, desdeñar el conjunto de cuestiones acerca de los media. La idea es hacerse las preguntas adecuadas sobre que es más efectivo y qué nos acerca más a nuestras metas. Estas preguntas implican análisis y, al final, un juicio.

En parte el truco está en enfatizar aquellos tópicos que yacen fuera del reino medial conservando al mismo tiempo tácticas mediales sofisticadas. La campaña Maclibel es un clásico ejemplo de una campaña que desearía constituirse en movimiento. Como en todos los grupos, depende de la voluntad de los grupos locales para identificarse con él. El ’site’ Macspotlight es una colección de links a ’sites’, que reunen la variedad de grupos locales. Todo el proyecto realiza un movimiento dialéctico por el cual una campaña organizada desde Oxford, es transladada a un movimiento translocal de gran audiencia dirigido a billones de personas.

Alianzas temporales e hibridación

Aunque se pudiera estar escribiendo una nueva agenda compartida, deberíamos ser realistas en cuanto a las diferencias que existen. No tenemos ninguna identidad predominante en torno a la cual organizarnos. No creamos modelos positivos con los cuales identificarse y ya está. Nuestras alianzas todavía son relativamente flojas con tendencia a fragmentarse en un número infinito de bandas y subculturas. Por eso es por lo que aún no tenemos una "federación mundial de practicantes del tactical media". Quizá sólo seamos un diverso compendio de bichos raros, tanto hombres como mujeres, atópicos por naturaleza. Por supuesto que existe un elemento de placer en saber que estás con tus 20 mejores amigos en tu propio canal de "real audio", pero repentinamente esto vendrá acompañado de la sensación de que vas a estar indefinidamente confinado a esos 20 amigos, así que lo que parecía una oportunidad se ha convertido en un guetto. Vemos entonces que nos enfrentamos a la cuestión de cómo abandonar la seguridad de la bioesfera que uno mismo ha creado.

Así que comenzamos de nuevo, buscando nuevas coaliciones y mientras, intentando no caer en las trampas y limitaciones de las políticas institucionales. Desafortunadamente, Internet aún no nos ha liberado de la necesidad de correr los riesgos de tener que tratar con estas políticas institucionales. Realmente, Internet no existe sin poder, política del cable, dinero y derechos de acceso.

Más allá de análisis y decisiones, las cuestiones tácticas también reclaman imaginación y fantasía. Los clásicos rituales de resistencia ya no llegan a amplios sectores de la población, ésto supone una crisis de la acción directa, culpa en parte de una falta de imaginación. Una excepción es la epidemia de lanzadores de tartas. La humillación del poder con una tarta en la cara. Una práctica altamente mediatizada, la tarta no existe sin su imagen, sólo tiene sentido como evento mediático. Podríamos verlo como un intento primitivo de atacar al poder. Identificas un núcleo de poder y lo tarteas (http://www.gloup.gloup.com) Un salto hacia el simulacro perfecto, creando un signo perfecto, o más bien el contrasigno venenoso. La sabiduría secreta de las tácticas de alienación radical, en las que cuanto más lejos vas, más probabilidades tienes de implosionar en lo real. Ya es hora de intensificar nuestras guerrillas semióticas en lo referente a imágenes corporativas.

El Tactical Media en el contexto del Next 5 Minutes constituye una noción deliberadamente poco definida, resbaladiza, una herramienta para crear "zonas de consenso temporal" basadas en inesperadas alianzas con gente a la que normalmente no habrías conocido, sostenidas por el deseo de liberarse del sopor de grupos y comunidades auto satisfechas. Pero al mismo tiempo, manteniendo el derecho a deconectar cuando llegue su momento. Nuestra meta es conservar nuestra movilidad y velocidad para evitar las parálisis que produce un cuestionamiento esencialista de todo, en el cual todo el mundo es objeto de sospecha y no se puede hacer nada.

Una de las rutas tácticas más transitadas sigue siendo la hibridación, conectando lo viejo con lo nuevo, la calle con lo virtual. Deberíamos de aclarar que esa hibridación no es la base de nuestra ideología ni nuestro objetivo, es más como ’nuestra sucia realidad’. La hibridación a menudo se ve como algo bueno ’per se’, por generar infinitas posibilidades para deambular entre los canales, mezclar señales, intenciones y disciplinas operando, de un modo natural, de acuerdo con el desplazamiento económico y tecnológico hacia la sinergia. Permitidnos hablar claramente, en nuestro caso la hibridación supone nuestra supervivencia, no se trata de una simple elección. Para aquellos que cometen el error de tratarlo como una ideología, simplemente no hay vuelta atrás, no hay cabida para el negativismo. Si tomamos este camino, inevitablemente llegamos a la dialéctica zona libre de las nuevas políticas europeas. La hibridación en este mundo significa conectividad en el sentido más promiscuo de la palabra, conectar todo con todo, la idea neo-liberal de que todo funciona según se conecte. En este mundo, la crítica es vista como una destructiva ’bestia negra’ que no cumple con la sagrada tarea de la conexión. Aquí es donde se acaban las tácticas y se han de tomar las decisiones. ¿Es este el fin de la feroz era mediática? No por el momento... Pero, desde luego, desde estos canales lo que intentamos promover es una reconsideración de la misma.

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