Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada
Panel de Control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada

Prólogo. Panel de control. Interruptores críticos para una sociedad vigilada

por ZEMOS98, Fundación Rodríguez, Elena González Polledo, Desiré Rodrigo y Judit Vidiella

Previo

Existen inevitables lugares comunes a la hora de abordar el tema de la vigilancia. El principal punto de partida se sitúa en torno a la idea de panóptico (de Bentham a Foucault), aplicable a las denominadas sociedades disciplinarias. Otras lecturas parten de la obsesión taylorista de vigilar a los trabajadores en la búsqueda del rendimiento controlado y llegan hasta el imaginario, convertido en espectáculo, que la novela de Orwell ha propiciado y según el cual, el futuro será un mundo sujeto a la mirada perpetua del Gran Hermano.

Sin embargo, se hace preciso atender al cambio cualitativo que vienen experimentando los fenómenos de vigilancia expandida a través de las nuevas posibilidades tecnológicas y cuyo nuevo escenario es el contexto social contemporáneo.

Así, la deriva espectacular del fenómeno junto a las “políticas del miedo” imperantes han acelerado toda una suerte de normalización, de asimilación, cuando no de interiorización del control en tanto que realidad. Como si se tratara de una fina veladura, flexible y pegajosa, esta realidad se ha posado sobre las ideas de "liberación", "rebelión" o "huida" que viajaban incrustadas como anhelo –para convertirse en desenlace- en los planteamientos citados (respectivamente: panóptico, taylorismo, mundo orwelliano...).
Una veladura correosa, capaz de inmovilizar y desactivar las formas de creación autónomas y de bloquear la divergencia cultural. Una veladura que actúa añadiendo progresivas capas de opacidad sobre la percepción de la circunstancia política, social e institucional, empastando lo público y lo privado y disolviendo la cultura en la banalidad y en la desmemoria.

Deleuze apunta que “para comprender mejor lo que se entiende por crisis de las instituciones basta con atender a la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de dominación”. Y es aquí donde radica el cambio de paradigma. La lucha contra las disciplinas o las fórmulas de control que se daban en los lugares de encierro, ¿dejarán su lugar a nuevas formas de resistencia contra las sociedades de control? ¿Podemos a través de las nuevas actitudes de divergencia esbozar formas futuras, capaces de analizar, subvertir o impugnar las maravillas del nuevo orden?

En este sentido Michel de Certeau sitúa frente a la construcción de subjetividad realizada desde el poder y la vigilancia (Foucault) al hombre ordinario, protagonista de la vida cotidiana, en la que se encuentran las claves de esa resistencia constante del hombre común contra el poder.

El panel de control que queremos componer mediante este proyecto pretende dar acceso de toda una serie de prácticas que tienen como punto de partida un contexto inmediato de control, pero que contemplan en perspectiva esa “claustrópolis” -de la que habla Virilio- en relación a la vigilancia global. El proyecto quiere dar sentido a todo ese cúmulo de experiencias cotidianas que conforman una suerte de micro-resistencias capaces de mantener alerta los mecanismos de defensa.

Los interruptores críticos que conforman esta consola o panel de control, pretenden hacer visible a través del desocultamiento, las formas en las que el control se transforma en poder y viceversa, haciendo patente esta reversibilidad en la que desaparecen paulatinamente las libertades y se premia el sectarismo y el gregarismo.

Este panel de control que proponemos es sólo uno de los posibles, su diseño no está impuesto por ningún “control de calidad” sino que su botonadura es cambiante, sus mandos se activan en función de la respuesta de los participantes, ya sean individuales o colectivos y mantiene abierto su sistema, permitiendo la implementación y la mejora de sus funciones. Es un panel de control compartido en su fabricación y en su funcionamiento.

Para organizar la construcción de este panel hemos trabajado atendiendo fundamentalmente a tres ejes o vías de investigación, como son (a) la desorientación, (b) la postvideovigilancia y (c) el conjunto subjetividad y control.

(a) Desorientación

En La técnica y el tiempo. La desorientación, Bernard Stiegler nos enfrenta a la particular desorientación de una época sometida a la “industrialización de la memoria”, en la que el tiempo devora el espacio y de la que, por tanto, están ausentes los “puntos cardinales”.

Inmersos en una sobreexposición multimediática, abolidos el tiempo y el espacio en los términos en los que hasta ahora se habían conocido, las coordenadas de nuestra situación en el mundo digital varían notablemente. En el mundo analógico determinamos nuestro destino conforme a nuestros intereses, proyectando nuestro propio itinerario. Sin embargo, la red del mundo digital nos abre la puerta principal de la desorientación, la que conduce allí donde no hubiéramos intentado llegar o donde simplemente no hubiésemos querido aparecer. En esta circunstancia conviene determinar el valor del rumbo en nuestro plan de viaje.

La consolidación de un determinado saber es también el resultado de su elaboración (lo digital más allá de un método de almacenaje es un modo de producción), por lo que la elaboración de mecanismos digitales para la desorientación como un fin en sí mismo, es inherente a los planteamientos hegemónicos en el ámbito social, cultural, etc, cuestión que nos sitúa ante un nuevo ámbito de control ideológico.
Si la falta de acceso es entendida como una exclusión, la desorientación puede ser considerada para quien detenta el control como el nivel más alto de fidelidad al sistema.

¿Cómo hacer frente a la desorientación inducida en las políticas expansivas de las grandes corporaciones?
¿De qué modo cabe plantearse hoy en día un trabajo en red que propicie espacios para la libertad y la crítica en la propia red?
¿Cómo incrementar los medios que fortalezcan una ciudadanía global bien informada y comunicada sin poner en peligro la diversidad cultural?

Keywords: Red y Desorientación. Red y Control. Red y márgenes. Hacker. Sabotaje. Camuflaje. Infiltración. Software libre. Corporaciones multinacionales.

(b) Postvideovigilancia

Las cámaras de videovigilancia pertenecen ya al mobiliario urbano. Su progresiva implantación en el espacio público ha venido provocando toda una serie de fricciones entre las libertades civiles y la "ideología de la seguridad”. La guerra contra el terrorismo no supone más que la puesta en acto de un estado policial global y la implantación definitiva de una sociedad de control. El miedo y el pánico son los grandes argumentos de la política moderna, y ante este nuevo escenario, el poder de los medios es mucho más complejo que la televigilancia que describía Orwell en su 1984.

Las prácticas artísticas han tratado todas estas situaciones bien como argumento para la reflexión crítica o bien sublimándolas estéticamente para adecuarlas al propio sistema de control de la institución artística. A este respecto han sido muchas las exposiciones que con el tema de la vigilancia han revisado todo este panorama creativo, pero no se trata ahora de volver a los malabares visuales que proporcionan los circuitos cerrados o a la morbosa curiosidad ante la mira telescópica, sino más bien de incidir en sus consecuencias y en sus contraindicaciones.

Porque en los márgenes o en los intersticios que se dan allí donde coinciden el arte y el activismo social, tienen lugar otro tipo de enfoques que a pie de calle han desvelado la presencia de las cámaras, las han utilizado subvirtiendo su característica secreta para denunciar su (en muchos casos) ilegalidad o alegalidad y su espionaje indiscriminado. Otras propuestas de carácter más individual y reflexivo mantienen desde la militancia en los medios visuales una posición vigilante ante los sistemas de vigilancia.

“Pancinema permanente”, “Sobrexposición informativa”, espacio newtoniano versus espacio minkskovskiano, existe toda una serie de entradas a este tema que definirían la videovigilancia casi como un género videográfico (1), y que se ven ahora sujetos a una nueva categorización en la que es preciso incluir nuevas prácticas de divergencia audiovisual.

¿Cómo se ha opuesto la gente en las fábricas, en las ciudades, en las calles, al sistema de vigilancia?
¿Tenían conciencia del carácter coactivo, del sometimiento a esta vigilancia?
¿O lo aceptan como algo natural?
En suma, ¿han existido insurrecciones contra la mirada?, ¿tiene sentido para los prisioneros tomar la torre central?

Keywords: Videocontrol. Videovigilancia y Espacio público. Videovigilancia y Activismo. Empresas de Seguridad. Sociedad de control. Contravigilancia. Anonimato. Privacidad. Vía pública. Legalidad y mecanismos de vigilancia.

(c) Subjetividad y control

La cultura de masas y la publicidad, bien como ámbitos de influencia creciente en la esfera pública, bien como productos de una forma evolucionada de control, proyectan mundos ideales que son la verdadera utopía del capitalismo. Estos mundos idealizados o paraísos virtuales, son mundos de signos, sin existencia concreta, capaces de transmitir la idea de que es posible una subjetividad totalmente estable, que nunca se hace vulnerable, que no se desestabiliza y en la que no hay angustia ni fragilidad (una idea de paraíso muy próxima a los paraísos judeocristianos) (2)

Los ciudadanos, convertidos en consumidores y atravesados sin cesar por estos mundos idealizados, están siempre en una situación de fragilidad porque entra en crisis su cartografía de diferencias (lo que soy, lo que tengo, a lo que aspiro). Así, esta fragilidad se interpreta como flaqueza, inferioridad y finalmente, exclusión (y auto-exclusión).

Sin tener conciencia de ello y controlados por la puesta en marcha de la ansiedad, los consumidores participan con su fuerza subjetiva, su deseo y su angustia como una fuerza de trabajo fundamental para la construcción de los mercados en el estadio actual del capitalismo avanzado.

Las nuevas formas de control actúan desde ámbitos muy sofisticados: el marketing directo, la fidelidad comercial o los servicios bancarios convertidos en productos no dejan de ser elementos de seducción, señuelos que trabajan en función del desasosiego y la inestabilidad que proporciona la precariedad (Suely Rolnik habla de “subjetividad lujo” y de “subjetividad basura”). Existen formas de control desplegadas en todos los ámbitos de relación y que afectan a la libertad de opinión, la identidad sexual, a los derechos individuales; que afectan a la subjetividad y a la sensibilidad de los ciudadanos hasta reducir su actitud y su presencia en la comunidad a lo que Virilio ha denominado como “democracia de emoción”: “una emoción colectiva sincronizada y globalizada, cuyo modelo podría ser el del tele-evangelismo pospolítico”.

Keywords: Subjetividad y vigilancia. Control y género. Políticas de género. Cognitariado, Poder. Vigilancia. Sexo y Poder. Creación colectiva y vigilancia. Televisión. Democracia. Religión. Lucha. Resistencia. Contexto local. Micro-políticas. Micro-resistencias.

Coda

Más allá de una exposición o un libro, Panel de Control es un proceso de investigación que, apoyándose en el trabajo conectado de los colectivos que lo impulsan, ha desarrollado una serie de materiales gráficos y textuales, ha producido una serie de obras audiovisuales e instalaciones y ha editado tanto en la red como en papel contenidos y resultados diversos.

Esta multiplicidad de soportes y formatos que es característica de nuestro trabajo debe ser entendida como un compromiso con la creación de nuevos espacios comunicativos en el ámbito del arte, la cultura y los nuevos medios, un compromiso que para nosotros pasa indefectiblemente por la libre difusión del conocimiento.

El Panel de Control permanece así en activo, mantiene abierto el acceso a los interruptores y permite nuevas posibilidades de desarrollo y de profundización en las vías sugeridas o en nuevos canales de comunicación.

Este panel “compartido en su fabricación y en su funcionamiento”, ha sido y es una iniciativa independiente y creativa, además de una experiencia colaborativa, en la que constatamos que el trabajo colectivo sigue siendo una de las mejores formas de hacer amigos.

Notas

(1) Fundación Rodríguez, La videovigilancia como género
http://www.rdz-fundazioa.net/fundacionrdz/castellano/videovigilancia/html/menu.htm

(2) Algunas de las ideas que se han volcado en este apartado están extraídas de una entrevista realizada a Suely Rolnik en México D.F, diciembre de 2005.