Forward 2003 - 2009

Entrevista con Paul D. Miller aka DJ Spooky

por ZEMOS98

DJ Spooky en el Green Apple Earth Day Festival. Washington DC. Abril 2009. Foto de Ann Kwon.


¿Debería ser el fair-use una legislación universal?

¡Sí!

Además de Dj Spooky ¿qué otros científicos del ritmo hay que escuchar?

Hay muchos músicos que pienso que verdaderamente responden a la manera en que la ley de la propiedad intelectual está influyendo en el proceso creativo, pero que no encajan en el escenario policial del pensamiento de la industria musical del siglo xx: ¿quién controla lo que hay en tu disco duro? ¡Deberías ser tú! ¿Quién debería controlar la música que quieres compartir con tus amigos? ¡Deberías ser tú!

Este año se estrenará una película mía, una nueva versión de la película El nacimiento de una nación dirigida por D. W. Griffith en 1915. Pero la idea del proyecto es «el director como dj», y pienso que trata sobre la convergencia de formas: hay que pensar que el multimedia está absorbiendo TODOS los modos de producción anteriores, incluida la identidad. El tráiler de la película se encuentra en djspooky.com/art/rebirth.

Pienso en la película como una metáfora de este tipo de confusión. Ha llegado la hora de reiniciar la cultura digital.

¿Quién debería poder decirte dónde y cuándo puedes poner una grabación musical (¡en clubes o en espacios públicos de Europa esto resulta problemático!)? La respuesta: ¡deberías ser tú!

¿Quién posee el código de tu tarjeta de crédito? ¡Tú no!

Los músicos que pienso que verdaderamente han explorado esta música de derechos de autor/sistema abierto son Nine Inch Nails, Saul Williams, Radiohead, Matthew Herbert, Jeff Chang, Mad Professor, E-lp, Girltalk… Realmente pienso que hay muchísimas más personas interesadas en ese tipo de historia, pero que no disponen de las herramientas necesarias para poder explorar lo que está pasando.

Como dicen los militares estadounidenses, ¡la libertad no sale gratis!

¿Tiene sentido el concepto de remix alejado del apropiacionismo?

Sí, el mundo se esta volviendo cada vez más salvaje mientras otra serie de cosas entran en decadencia. Cada día hay especies e idiomas (literalmente, ¡IDIOMAS!, ya sabes, gente que habla lenguas muertas…) que mueren. Mi material vincula ese tipo de cosas con el hecho de que también estemos procreando formas nuevas y escenarios artificiales que nunca podrán sustituir a esa naturaleza perdida. Mis proyectos fílmicos exploran ese tipo de cosas. Este año fui a la Antártida a rodar una película sobre el sonido del hielo. El tráiler se encuentra en djspooky.com/art/terra_nova

Lo único que puedo decir es esto: ¿De quién es el hielo? ¿De quién es el medioambiente? ¿Qué pasa si a todos los aspectos de la propiedad intelectual se les asigna «valor»? Creo que debemos llegar a una especie de consenso. Los límites a los derechos de autor deberían fomentar la creatividad. En lugar de eso lo que está ocurriendo en los Estados Unidos es simplemente que las corporaciones extienden los derechos de autor mucho más allá de lo que es razonable. La repercusión es que la gente tendrá una actitud completamente irreverente hacia la ley de la propiedad intelectual. Al chico medio le interesa el escenario tipo «copiar-mezclar-grabar». Porque están condicionados por las redes en las que se apoya nuestra sociedad de la información. Lo único que puedo decir es que esto es sólo el comienzo. ¿Qué pasará en el futuro próximo cuando la propia información sea como el medioambiente? ¿La trataremos como un recurso escaso como el petróleo, o como algo que debería ser un recurso comunitario, como el agua? Agua o petróleo: la elección es nuestra.

Burroughs era, y sigue siendo, una fuente de inspiración, pero cuando vemos a lo que respondían los poetas beat -la hiperconformidad, el hombre masificado y la Guerra Fría- tenemos muchas cosas en que pensar en el siglo xxi. ¿Acaso ha sustituido la «guerra al terror» a la Guerra Fría? ¿Cuál es la respuesta del artista a ese tipo de cosas? La verdad es que no tengo respuestas a esas preguntas, pero pienso que el arte constituye un buen principio.

¿Cuáles son los autores de la vanguardia que más influencia tienen en
tu opinión en la construcción de una estética de la remezcla en el siglo 21?

Ralph Ellison, Lev Manovich, Lawrence Lessig, Slavoj Zizek, Emmanuel Levinas, Michael Hardt and Antoni Negri, Jean Luc Nancy, Freidrich Kittler, Paul Gilroy, Robin Kelly, Saskia Sassen... etc etc

¿Crees que existe un hegemonía de lo visual por encima de lo sonoro?

Está todo conectado: me gusta pensar que el proceso del sampleado tiene que ver con la colisión entre los resultados esperados e inesperados del collage: es un proceso que ha creado a toda una generación de músicos, ingenieros de software, escritores de códigos y sí, artistas normales, liberados de las restricciones con que los géneros más antiguos limitaban la manera en que la gente podía percibir su trabajo. Como compositor, mi material es desinhibidamente complejo y, como artista, gran parte de mi trabajo es un ensayo sobre la forma lírica de poesía y música combinada con las bellas artes. Multimedia, las artes digitales y una sensación de interconexión impulsan mi investigación sobre cómo puede evolucionar la creatividad en un mundo, como el nuestro, basado en la información. Quiero que la gente piense en la música y el arte con la mirada puesta en el dominio invisible de la literatura sobre cómo relatamos historias. ¿Una canción puede ser una pieza artística? ¿Puede radicar el arte en un texto? ¿Una película puede fomentar una sensación de trascendencia?
Entropía de la forma, inestabilidad, fugacidad y, sobre todo, la posibilidad de que el arte pueda simplemente decir «otro mundo es posible». Estas son cosas que se mantienen en mi pensamiento cuando estoy creando. Nunca, de ninguna manera quiero que la gente piense que la vida es sencilla. No lo es. Mi trabajo evoca la obra del trompetista y aprendiz de compositor Ellison, quien se convirtió en escritor. Es un poco como software mental, una especie de material ellisoniano para aquellos que no sólo deciden evitar el ruido sino vivir con la velocidad implicada en aquello que el jazz y la música electrónica han heredado de las formas complejas de expresión humana. Como solían decir: «It don"t mean a thing if it ain"t got that swing…» [Si no tiene ese swing, no significa nada]. Lawrence Lessig es mi héroe, porque le da a la gente una idea diferente del significado del copyright en la época de la implacable conectividad. En hip hop se llama simplemente ser fiel a la «calle», pero para mí, las calles nuevas son la red y los recursos compartidos como cintas grabadas, graffiti que transita por los sistemas de mensajes (las redes pueden ser sistemas ferroviarios o cables de fibra óptica…, sólo tenemos que modificar nuestra perspectiva). Insisto, todo está conectado. No hay una hegemonía de lo visual sobre lo sonoro, sólo hay heterofonía, polifonía. Mutaciones y evoluciones formales.

Si tal y como dices "de algún modo, todos somos samples" ¿tiene sentido seguir distinguiendo entre "el original" y "la copia"?

Todo tiene que ver con el «concepto». Para mí, todo esta relacionado. El sonido es escritura, la escritura es música, la música es arte. Todo tiene que ver con la composición. Así que la idea clave es despojar a la gente de la mentalidad del siglo xx, según la cual todo estaba dividido en componentes separados, como [en] una fábrica. Hoy en día todos somos fábricas: yo copio-mezclo-grabo CDs y DVDs cada día, a todas horas. Hace un par de años hubiera tenido que ir a algún tipo de fábrica, etc. La manera en que hemos consolidado las herramientas de producción permite que la metáfora del dj esté a la vanguardia: todo pasa a vincularse a la selección en lugar de a la producción de bienes materiales. No hay que olvidar que en el siglo xx todo era producción en cadena y economías de escala. En el siglo xxi todo es personalización en serie. Mi libro analiza ese tipo de cosas. ¿En qué nos han convertido los ordenadores? Mi libro versa sobre arte sonoro, medios digitales y la nueva estrategia compositiva. Contiene textos de Brian Eno, Steve Reich, Chuck D, Moby, Pierre Boulez, Saul Williams, Bruce Sterling, Jonathan Lethem, etc. El acompañamiento de audio presenta material poco conocido de Allen Ginsberg, James Joyce, Ryuichi Sakamoto, Jean Cocteau, Gertrude Stein, Liam Gillick, Trilok Gurtu, Sun Ra, George E. Lewis, Aphex Twin, Sonic Youth, Philip Glass, Iggy Pop, etc. Me interesaba mucho saber hasta qué punto podía exprimir información de fuentes radicalmente diferentes, como una cinta de mezclas. No es más que otro tipo de shareware. El software «popular» está operando sistemas que permiten a la gente ver el «interface» de un proceso que pueden compartir con su comunidad. Así que pasamos de cuestiones de «privacidad» y anonimidad tipo red 1.0 a cuestiones de espacio social intensivo tipo red 2.0. La industria musical ni siquiera ha llegado a la red 1.0, siguen pensando que todo el mundo pagará por la música. ¡Es un enfoque equivocado ¡y les está costando una fortuna!
Los nuevos medios están allanando el terreno de juego; artistas como Damien Hirst están totalmente ligados a la percepción del valor del mercado de sus obras. A la mierda… las cosas deberían ser divertidas.

¿Crees que el futuro de las narraciones audiovisuales es el "cinema database" que describe Lev Manovich?

Lev Manovich es un pensador importante. Disfruto mucho con su trabajo.
En términos de mi propio material, sí, realmente creo que necesitamos comprender hasta qué punto el concepto «archivo» influye en las cosas. Mi primer libro Rhythm Science exploraba cómo podemos concebir la cultura de la mezcla como una especie de escenario panhumanista. Hoy en día el software es cultura. El software ha democratizado de verdad el proceso creativo. Hay que pensar que casi cualquier cosa que hagamos se verá implicado en alguna clase de red: sean los filtros de colaboración on-line como last.fm y los servicios de recomendación de amazon.com, o el hecho de tener gente remezclando y dedicándose a «copiar-mezclar-grabar». A muchos músicos de la vieja escuela les encanta la idea de que algo permanezca «igual»; la nueva escuela consiste en decir que todo y cualquier cosa cambiará siempre. Y eso está bien. El acto creativo refleja las herramientas utilizadas para crear la música. Eso está bien. El compositor se enfrenta al hecho de tener que aprender un tipo diferente de alfabetización. Y de nuevo, eso está bien. Sobre eso versaba mi segundo libro, Sound Unbound: 36 textos de personas como el abogado sénior de Google, quien escribió el texto sobre la ley de los derechos de autor; Moby que relata su experiencia sampleando voces negras; Erik Davis, sobre mezclas y tecnología; Chuck D sobre el entorno mediático; Pierre Boulez y Saul Williams… Steve Reich y Cory Doctorow, que hace Boing Boing, escribió la introducción.

¿Cuáles son las principales tésis de "Sound Unbound"?

Empecé a hacer de dj como parte de un proyecto artístico centrado en la narratividad del collage. Simple y directa. No creí que mi labor como dj fuera a ser «popular» pero se volvió popular. Supongo que gran parte de la respuesta a mi trabajo ha sido fortuita: nunca me vi como dj, sino básicamente introduciendo material derivado del proceso de collage en el discurso artístico «normal». De alguna manera, en el mundo del arte normal. La verdad es que no los veo como entidades independientes. Mi trabajo examina textos: textos compuestos a partir de fragmentos de sonido encontrado, material visual encontrado y material escrito encontrado. Mi nuevo libro, Sound Unbound, publicado por MIT Press, se centra también en ese tipo de cosas. ¡Check the vibes!

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