Forward 2003 - 2009

La creación, la inteligencia, lo colectivo, ZEMOS98

por Pedro Jiménez | ZEMOS98

... Y es mentira.
Tote King - Mentiras

Cuando estamos hablando de inteligencia y creación colectiva, de propiedad intelectual, de copyleft, de cultura libre, de licencias, de movimientos, tenemos el grave problema de estar demasiado dentro como para poner luz a todos los conceptos de una manera clara. A veces confundimos las reivindicaciones del acceso a la cultura para el mayor número de ciudadanos con el deseo de obtener el producto que esa propia estructura, contra la que luchamos, produce.

Así es como los medios de comunicación siempre han planteado problemáticas de las sociedades de gestión de los derechos colectivos, de los autores en la redes de pares, o el asunto del top manta. El procedimiento habitual es ningunear, y manipular informaciones, datos estadísticos para convertir opiniones en datos fehacientes. En este sentido lo importante es desentrañar qué nos estamos jugando y aclarar cuáles son, han sido y deben ser las verdaderas reclamaciones.

ZEMOS98 es un colectivo de creación y producción cultural que nace en la localidad sevillana de El Viso del Alcor, allá por el año 1995 y que se concreta en 1999 con la celebración del I Festival Audiovisual ZEMOS98. Hasta el año 2003 el festival se celebrará íntegramente en dicha localidad para que a partir de zemos98.5 progresivamente comience el traslado progresivo hacia la capital andaluza. Las dos últimas ediciones han sido íntegramente desarrolladas en Sevilla capital.

En todos estos años, además, el colectivo ha producido obras audiovisuales y multimedia de muy diversos tipos, desde ficción a videocreación pasando por el documental y el ensayo audiovisual. El colectivo ha tenido siempre un interés en la producción de vídeo sin olvidar nunca aspectos como la formación o la producción teórica. Así, hemos generado talleres de narrativa digital, talleres del arte del vídeo en directo (vj), encuentros de cultura digital y publicaciones on.line, publicación en cd de música experimental, edición de revistas literarias y >> forward nuestro proyecto de comunicación y cultura audiovisual en la red Internet, que incluye a una televisión on.line: forwardtv.net.

Una primera cuestión que habría que resolver es ¿cuándo, y lo que me parece más interesante, por qué ZEMOS98 se inserta en la lógica de contestación al modelo actual de Propiedad Intelectual? El cuándo está en la propia génesis del proyecto, la primera edición del festival ZEMOS98 es ante todo una respuesta, inocente, a una problemática que aún pervive, la falta de atención, por parte de las administraciones públicas, hacia las culturas y propuestas emergentes. ZEMOS98 surge para, como en aquel entonces decíamos, sembrar algo de cultura contemporánea (y diferente) en el páramo cultural de un pueblo de la provincia de Sevilla.

Nuestro principal objetivo, es introducirnos en el ámbito de la difusión de la cultura, en primer lugar para la difusión de nuestras propias obras, y poco a poco, ZEMOS98 se convierte en un recinto que acoge las propuestas de creadores audiovisuales llegados de más de 30 países, y que en la última edición superó la cifra de 650 obras recibidas. En ese acto inocente y hasta cierto punto inconsciente, surge un espacio autónomo para la expresión de contenidos, formatos y géneros que en muchos otros ámbitos tienen vetada su entrada.

Así podremos explicar algunos de los conceptos que rigen nuestra práctica actual, internet como un espacio de vida, el vídeo como bandera y la gratuidad como estrategia. Las obras producidas en vídeo a finales de los 90, estaban restringidas a ciertos ámbitos específicos, el televisivo, con su componente "profesional" lejana a los creadores menores y al ámbito proto-galerístico del "arte contemporáneo", restringido a los artistas con "prestigio, pose y presupuesto". Esta apreciación es sumamente personal, pero cuando ZEMOS98 se inicia en el mundo del vídeo, lo tiene que hacer, por lógica económica en el ámbito del vídeo del amateur. Y bueno, digamos que eran pocos los espacios para la difusión de vídeo amateur, ya que será el cine, el cortometraje en cine, el que siga copando el mayor número de festivales audiovisuales en el territorio nacional. Normalmente estos festivales de cine o de cortometrajes en cine, verán al vídeo como un reducto de "mala calidad" frente a formatos "nobles" como el 35mm. [1]

En el año 1998, ya contábamos con presencia en la red, y eso nos ha llevado a conocer, de alguna forma desde el principio cómo han evolucionado las autopistas de la información y sobre todo, lo que es más importante y clave para nosotros, entender cómo en la red está la fuerza motora de nuestro propio trabajo. Entender internet como un espacio más de vida, no desde una perspectiva sustitutiva sino complementaria, ya sea para el trabajo interno, a través de foros, listas de correos o chats como para la comunicación de cara al exterior. Sólo a través de la red hemos ido construyendo una imagen de ZEMOS98 y sólo gracias a esa imagen es posible que hoy nos hayamos convertido en un nodo importante en la cultura audiovisual en habla hispana y poco a poco, sin que ese sea nuestor principal objetivo, en un referente internacional en cuanto a arte contemporáneo y reflexión sobre políticas culturales se refiere.

Y entonces estábamos hablando de economía y cultura.

El aspecto económico, la financiación de los proyectos, la gestión económica de los mismos, los recursos con los que contamos han estado, durante mucho tiempo, soportados en la idea utópica e inocente, de lo gratuito. Desenmascaremos algunos asuntos relacionados.

Ya todos sabemos que la cultura libre no es igual a cultura gratis, que el "free" en inglés tiene varias caras. Pero también tenemos que saber que en nuestros objetivos iniciales el dinero nunca ha jugado un papel central, no hemos hecho zemos98 por dinero nunca. Quizás sea porque partiendo de una cultura asociativa basada en la ausencia de ánimo de lucro, el presupuesto haya sido el último en llegar a nuestra práctica cultural. Sólo así es posible, que el salto cualitativo en programación se haya correspondido con el cuantitativo en lo económico prácticamente en la pasada [octava edición], una edición donde podemos decir que los presupuestos han sido suficientes.

Porque la cultura mueve dinero, y eso lo hemos aprendido poco a poco. Y también, poco a poco, hemos ido necesitando más recursos que a veces normalmente no hemos conseguido cuando queríamos. Entonces el "sin ánimo de lucro" es cuando se reconfigura en "ánimo de gasto" y los déficits se cubren con las aportaciones individuales o con los préstamos a fondo perdido, de amigos y familiares.

En estos difíciles caminos de la autogestión el colectivo ZEMOS98 ha tenido siempre claro que el dinero público, el de las instituciones, le pertenece, y si hay presupuestos para cultura deben ser repartidos, deben ser utilizados para los proyectos emergentes y así lo hemos exigido a Ayuntamientos, Diputaciones, Consejerías y Ministerios. La cosa no ha ido del todo mal, pero el "ánimo de gasto" aún pervive. Y pervive porque el propio sistema de subvención pública es tan perverso como irrenunciable.

Con el tiempo, nos hemos dado cuenta, que el siguiente paso es capitalizar el riesgo, y el gasto asumirlo como inversión, acrecentando así las exigencias institucionales y buscando recursos propios a través de caminos diversos, contratos, sponsors, concursos, premios... lo que está claro, es que nuestra cultura económica ha evolucionado mucho desde 1995. Y hoy día seguimos aprendiendo.

Con todo esto podríamos concluir que ZEMOS98 se ha basado y se basa en un modelo de cultura libre, que funciona, que es capaz, por ejemplo, de vender reportajes a la televisión pública andaluza con licencias copyleft [2] y que ha ido entendiendo que la cultura es mucho más importante que el trabajo voluntario que las instituciones públicas fomentan, y en definitiva que la producción de cultura y los trabajadores inmateriales deben ser remunerados.

Hasta aquí el lector pensará que este texto no es más que un cúmulo de obviedades ya superadas por "las sociedades más avanzadas". Quizás sí, pero en modelos culturales como el sevillano o el andaluz, aún hoy la mayoría de propuestas culturales carecen de aspectos tan básicos como la remuneración.

Sólo nos falta diseñar una camiseta.

Algunas de las medidas y actuaciones que hemos realizado respecto a lo que aquí nos trae se concretan en varios productos culturales. A modo de enumeración interesada y desordenada hablaré de algunos de estos proyectos.

El apropiacionismo forma parte de nuestra expresión artística más inmediata, a mi entender, es un impulso pasional y creativo, que más allá de las pulsiones [3] que alimentan cada una de estas acciones, como colectivo, hemos producido y seguimos haciéndolo, algunas piezas audiovisuales basadas en el apropiacionismo, en este caso, digital.

Es el caso de proyectos como voluble.net (colectivo de "creacción sono.visual" que nace en el seno de ZEMOS98, en el año 1996); o las propuestas de Dj Spooky con su espectáculo "Rebirth of a Nation" que presentó durante la séptima edición de zemos98 y también el torrente de postmodernidad del espectáculo audiovisual en directo de Eclectic Method.

Si voluble.net es nuestra particular forma de entender la creación, la gestión y producción de espectáculos, normalmente inéditos en España, que abordan las problemáticas de la apropiación de diferentes maneras, es la otra cara, siempre presente en ZEMOS98. Es interesante reseñar que en el caso de Paul D. Miller aka Dj Spooky su apropiacionismo está cargado de significado político-filosófico en torno al "remix" de su propia identidad, individual y colectiva [4]; y en el caso de Eclectic Method, sólo habría que remitirse a sus obras licenciadas con un copyright "copy as you please".

La remuneración del creador es una de las principales incorporaciones recientes a la convocatoria audiovisual de zemos98, desde la pasada edición hemos incluido en nuestros presupuestos la necesidad de hacer un pago a los creadores audiovisuales, que forman parte de las actividades más importantes de zemos98. En concepto de derechos de exhibición, pagamos 150 euros por una proyección pública en el contexto de la Sección Oficial del festival. Hay que recordar que la piedra angular del festival, la convocatoria internacional de obras cortas realizadas en vídeo, no ha tenido nunca, ni tendrá de momento, premios en metálico, sino que a lo largo de los años hemos ido conformando una serie de premios a la distribución, entendiendo que nuestra responsabilidad como productores culturales radica en el ensanchamiento del vídeo como forma de expresión cultural transformadora y ciudadana.

David Casacuberta, como en muchas otras cosas, ha sido un "adelantado" en los planteamientos sobre la cultura en general y la cibercultura en particular. En ¿Se puede comer de la cibercultura? [5], Casacuberta, a modo de carta y de una manera directa, explica la peligrosa fachada de la cultura gratuita, que a nosotros nos sirve como "verdadera" definición de propiedad intelectual:

El argumento es simple: sin propiedad intelectual no habría incentivo para la producción cultural, con lo que los ciudadanos de a pie no podríamos disfrutar de música, cine, libros y todas esas cosas que hacen la vida realmente interesante. Por eso es necesario la propiedad intelectual, porque fundamenta un derecho que sí es básico: el derecho al libre acceso a la cultura.

Es decir, que la propiedad intelectual no es el problema, el problema es de aquellos que se hacen talibanes de la autoría, en los intermediarios que gravan los precios reales, en aquellos que en definitiva no respetan la creación sino que quieren convertirla en un negocio de ingresos infinitos.

Por eso nosotros, sin mediación alguna, pagamos el derecho de comunicación pública directamente al creador [6], de la misma manera que cualquier espectáculo escénico tiene su caché. Pensamos que si esta medida se extiende a los festivales audiovisuales evolucionaríamos en una creación audiovisual más libre, creativa y sobre todo, alejada de la meritocracia que se impone en la lógica de la empresa audiovisual y sobre todo cinematográfica.

Porque desde ZEMOS98, sí apostamos por creaciones que reinventan la cultura de la que se nutren, en la que la experimentación formal se supedita a los contenidos, y en la que normalmente no somos capaces de separar a un videoclip, de un documental, de una ficción o de una videocreación.

La educación como aspecto diferencial en nuestra práctica cultural es uno de los elementos a los que siempre queremos remitirnos. Para nosotros está claro que el proceso educativo debe ser un proceso colectivo, crítico y participativo. Si entendemos educación como un proceso y no como un fin, estamos entendiendo que el proceso ha de ser transformador [7]. En ese sentido el colectivo zemos98 acude allí donde lo llaman para exponer estas ideas, el colectivo zemos98 realiza aplicaciones prácticas para la edición de material con licencias copyleft [8] y por eso también iniciamos procesos de educomunicación en talleres de lectura de imágenes, de introducción al lenguaje audiovisual o talleres de cine interactivo para adolescentes.

Pero será, seguro, nuestro libro Creación e Inteligencia Colectiva el que ponga el acento en esa necesidad de explicar qué es esto de las licencias, qué es esto de la remuneración, qué es esto del remix o qué es esto de la propiedad intelectual. El libro Creación e Inteligencia Colectiva resume, las propuestas que en el año 2005 hemos desarrollado como temática inspiradora de la séptima edición de zemos98.

Se trata de un libro co-editado por zemos98, la Universidad Internacional de Andalucía y el Instituto Andaluz de la Juventud; licenciado con Creative Commons y bilingüe (español / inglés). Los contenidos giran en torno a la inteligencia colectiva y su interés por el aspecto creativo. El libro cuenta con algunos de los teóricos [9], a nivel nacional, más interesados en el tema que tratan el contexto legal y administrativo, que se concreta en aplicaciones a aspectos como la educación, el periodismo, el web o el activismo y que se concentra en la creación colectiva y las incidencias en el vídeo, en el arte, en la música...

Allí se despliegan y amplian los contenidos expuestos en este breve ensayo, que resume a día de hoy, nuestra particular visión de la creación, la inteligencia, lo colectivo y lo cultural.

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