Forward 2003 - 2009

¡otra BIACS! ¿será posible?

por ZEMOS98

En junio 04, vísperas de la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla, BIACS 1, se constituyó en esta ciudad una
Plataforma, en la línea de otras como Ex-Amics del IVAM o Asamblea de Resistencia al Forum Barcelona 2004,
para impulsar un debate sobre el nuevo evento cultural y analizarlo en un marco de discusión más amplio, que
abarcara tanto las políticas culturales de las instituciones locales y autonómicas, de las que surgía la lógica del nuevo evento, como las dinámicas institucionales a nivel estatal (en asociación con la empresa privada) orientadas a fomentar la realización de olimpiadas, capitalidades o bienales que nacen, del mismo modo que BIACS1, como apuestas inversoras para dinamizar la economía local, el turismo, etc., y con el objetivo (¿o señuelo?) de situar a la ciudad como un foco de atención cultural. La edición de un número especial de Parabólica y la
organización de unas jornadas (oct. 04) fueron los principales resultados del proceso de debate iniciado.

Un primer análisis de la propuesta BIACS1, anunciaba su fracaso: Por un lado, porque a pesar de estar concebida como un "producto espectáculo" no reunía los requisitos necesarios para abrirse camino y competir como mercancía con otros eventos de iguales parámetros. El tiempo nos dio la razón y demostró que BIACS1 no alcanzó el objetivo cultural, turistizador y generador de desarrollo económico que se proponía: basta consultar los datos sobre el nulo aumento del turismo que la BIACS 1 representó y el escaso impacto mediático que tuvo a nivel estatal o incluso regional, reconocido incluso por el propio nuevo comisario.

Tampoco aumentó ni fidelizó el número de visitas al CAAC, espacio donde se presentó la BIACS1, ya que si nos atenemos a los últimos datos facilitados, este espacio ha descendido en un 20% en el número de visitantes.
Por otro, porque la gran novedad, que se nos "vendía" a los ciudadanos, pertenecía al fenómeno del bienalismo,
modelo caduco y cuestionado que funciona sobre todo como promoción de curadores internacionales, perpetuando un
sistema endogámico del que se auto-alimenta El fracaso de la BIACS 1 se tradujo en lo ocurrido después del primer año de existencia:

- División del equipo organizador de la BIACS1, saldado con la dimisión de la directora Juana de Aizpuru.
- Opacidad en las cuentas de resultados.
- Informaciones contradictorias sobre las fuentes y vías de financiación de BIACS2.

Tras la situación creada, la Plataforma elaboró un comunicado entregado a instituciones y a prensa, con los puntos:

- I. Exigir la elaboración y presentación pública de una Memoria de la BIACS 1, con: Un balance económico
detallado de las partidas de ingresos (aportaciones institucionales y privadas, recaudaciones por entradas, ventas de publicaciones y merchandising, etc.) y gastos (honorarios de comisariado, protocolo, producción de obras, transportes, montaje, etc.); Una valoración de la repercusión del evento en los medios (locales, estatales e internacionales) además de en el mundo del arte y la cultura, y sobre el grado de identificación, sintonía y conocimiento del evento en la ciudad;
Una estimación de la repercusión económica en la industria turística y en otras auxiliares o de servicios.

- II. Repensar el modelo bienal y en concreto la BIACS, abriendo nuevas propuestas que superaran la reproducción
de esquemas obsoletos, fortalecieran el entramado cultural de la ciudad y supusieran un diálogo real con la escena
internacional. Así como debatir especialmente si los recursos destinados por las instituciones al arte contemporáneo debieran emplearse para fortalecer el formato Bienal o buscar otras posibilidades más acordes con la forma en que hoy se generan y presentan las producciones culturales y los modos de distribución del conocimiento.

- III. No aceptar la deuda contraída por los gestores de la BIACS 1 (un millón de euros de los dos millones y medio del
presupuesto total), única forma de garantizar un proceso libre de intereses y de cargas. Restituiríamos así la confianza en el mundo empresarial sevillano, que asumiendo su deuda devolvería a la ciudad el caudal de confianza que en ellos depositó al albergar el evento artístico BIACS1.

Y SI, A PESAR DE ELLO, INSISTÍAN EN APOYAR LA BIACS:

- 1. Crear una estructura horizontal y participativa que definiera los tiempos, modos, contenidos y ejecución
presupuestaria del proyecto. Reunir una diversidad de agentes y prácticas culturales procedentes de diferentes
contextos y realidades para establecer un diálogo capaz de generar tensiones en la ciudad de Sevilla, ya que si se deja toda la iniciativa en manos exclusivamente mercantilistas, unidas a fórmulas caducas de representación, la unificación del paisaje cultural sería absoluta y la posibilidad de la diversidad quedaría reducida a una mínima expresión.

- 2. No designar un comisario/a, ni una traza temporal ni designio espacial, hasta la configuración de la estructura
horizontal que definiera los objetivos generales del proyecto como un verdadero pivote para la revitalización de la vida cultural y artística de la ciudad, justificando así el esfuerzo económico.

Nunca recibimos contestación al comunicado de la Plataforma... La negación por parte de las instituciones al diálogo que propusimos nos ha llevado a encontrarnos, como si se tratara de un juego de espejos (¿deformante?) que refleja la misma realidad, ante una fecha ya fijada para la realización de la BIACS 2 (prevista para noviembre) y una inminente presentación del proyecto (el 9 de febrero en ARCO) por su comisario, quien hasta el momento lo único que ha generado en sus escasísimas y cortas visitas a Sevilla es una serie de declaraciones a los medios que lejos de
clarificar los contenidos y presupuesto del evento, vuelven a reproducir muchas de las declaraciones, proclamas e
intenciones que se produjeron cuando se presentó la BIACS
1.

La implicación de la ciudad en la BIACS 2 no puede concebirse como un mero apéndice de las propuestas sugeridas a un/por un comisario de mayor o menor prestigio. Debe plantearse como un proceso abierto de diálogo construido a partir del análisis de las necesidades y carencias de la comunidad en lo que respecta a las prácticas artísticas y que abra vías para dotarla de recursos que favorezcan su crecimiento y articulación.

Ante la insistencia en empezar la casa por el tejado, nuestra posición sigue siendo la misma, motivo que nos ha llevado a presentar este manifiesto, diversas acciones y a continuar el trabajo y debate emprendido.

MANIFIESTA

- 1. Que sigue sin conocerse el grado de asunción por parte del Ayuntamiento de la deuda de la BIACS 1, lo que nos
hace temer la repetición del desbarajuste presupuestario en la 2ª edición, gestionada por la misma Fundación privada.
A menos de un año vista de la celebración de la BIACS 2 los datos que han trascendido son: los 100.000 € que
percibirá el comisario de esta nueva edición, y las aportaciones del capital público (entre administración, instituciones y empresas de titularidad pública) que están en torno a 1.750.000 €, frente a los 112.000 € de aportación de la empresa privada. El presupuesto total del evento se cifra, en la actualidad, en 2,5 millones €.

- 2. Que nuestra preocupación es mayor debido a la práctica inexistencia de fondos destinados por las instituciones, a lo largo de los años, a los diferentes agentes culturales de la ciudad, que sin embargo ven cómo dichas instituciones
apoyan y socorren un evento que en su primera edición no logró los objetivos que se proponía. La ausencia de una
política cultural institucional tendente a fortalecer el contexto sevillano, que ha demostrado su capacidad para
relacionarse con lo global y elaborar ideas y proyectos que lo interrelacionan con el panorama internacional, hace más
sangrante la alegría (de sus sueños) con que se malgastan los fondos públicos y la ceguera con que se mueven los
responsables institucionales sobre los recursos y potencialidades de los agentes culturales que realizan su trabajo en y desde Sevilla.

- 3. Que Okwui Enwezor se ha esforzado, en sus declaraciones, en señalar que su proyecto no puede sentirse
hipotecado y tiene que trascender la comunidad artística local, algo en lo que estamos completamente de acuerdo.
Nuestra preocupación no es la mayor o menor participación de artistas locales en la BIACS 2. Lo que la plataforma
reclama a quienes diseñan las políticas culturales, o eventos como la BIACS, es que definan cómo van a comunicar
éstos con el entorno geocultural en el que se producen; cómo piensan trabajar sobre la diferencia, estudiando en cada caso la potencialidad global de lo local, y cómo piensan incidir en los tejidos culturales de la ciudad.

Por ello:

- 1. Exigimos que cualquier iniciativa cultural o evento que se acometa, como la BIACS, contemple la interacción con los agentes culturales del lugar donde se produce, para que fruto de esos diálogos surjan nuevas fecundaciones que
fortalezcan la escena local y ayuden al desarrollo de una política cultural tendente a producir y entender la complejidad social del entorno, sus tensiones, diferencias y antagonismos.

- 2. Reivindicamos la necesaria contextualización de los proyectos y políticas culturales para que éstas sean precisas y efectivas, frente a una política generalizada en el Estado español y en nuestra ciudad en particular, que se caracteriza por el fomento de una cultura en la que el ciudadano sólo puede ser espectador y por la despreocupación de la riqueza que los distintos agentes culturales (no sólo los artistas) generan para el conjunto del tejido social, mostrando su incapacidad de profundizar en una concepción democrática de la cultura.

- 3. Sostenemos que los procesos generadores de la experiencia no se visualizan adecuadamente en los grandes
eventos, generalmente ajenos a la realidad procesal de la creación contemporánea, sino que se manifiestan en las
redes de personas y en los lugares donde se producen, a partir de una sedimentación discursiva que se va procesando
poco a poco, con una educación artística continuada, y que incide en el contexto social mediante el diálogo con sus
agentes activos. Son procesos a largo plazo, en construcción continua, en los que el propio desarrollo genera la estructura, favoreciendo los encuentros entre las partes implicadas y ampliando el diálogo entre institución y agentes, entre redes que a su vez producen nuevas interconexiones profundizando en las relaciones con los lugares donde se desarrolla la experiencia.

- 4. Planteamos la necesidad de modificar modelos organizativos anacrónicos y crear estructuras que funcionen como un mapa de relaciones reales, capaces de procesar de otra manera la información y el conocimiento. Si realmente se adoptaran otros modelos de funcionamiento basados en la comunicación, en la autoría compartida, en la interdependencia intelectual, el sistema se vería afectado e incidiría en todos los procesos de creación y
representación, así como en el intercambio y distribución de los recursos culturales. La dificultad del arte para hacerse visible si no es a través de las estructuras tradicionales de representación como el museo, la galería, las bienales o las grandes ferias, sustentadas bajo el canal emisor-receptor, es uno de los retos que se deben afrontar para revitalizar la interrelación arte-sociedad.
¿Cómo conseguir esa visibilidad fuera de los lugares hegemónicos atados a planteamientos esclerotizados y
mercantilistas? ¿Cómo plantear nuevos formatos y luchar contra la lógica e intereses de la industria cultural, entendida sólo como fenómeno de masas, espectáculo y turismo?

Contra la lógica de clan, espíritu de redes

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