Forward 2003 - 2009

Apoyo, Premio y Ficción.

por Antonio Rincón Cano

Quizás sea una reflexión un poco egoísta. Comentaré mi caso. Llevo escribiendo obras de teatro desde los 15 años, algunas representadas, con mejor o peor acogida, pero realizadas al fin y al cabo. No son perfectas, para ello necesitaría tiempo, tiempo reflexivo, contemplativo, "investigativo". Cómo conseguir ese tiempo y al tiempo, valga la redundancia que se dice, pagar el alquiler, el seguro del coche, el día a día en una ciudad que no es barata. Un concurso literario. Mientras lo gano o no, sigo prostituyéndome en agencias de comunicación o similares para ganarme la vida. Llega un momento en el que te plateas: "Coño, ¿¿tan mal lo hago o tan desviado estoy del momento creativo de mi ciudad y mi entorno que no soy merecedor de ni siquiera un accésit, sin remuneración económica, que me ayudara como carta de presentación para que apoyen mis futuros proyectos??" Y en ese momento te das cuentas de algunas posibles irregularidades en bases y acciones, la fundamental: El Jurado. En varios premios, a la hora de ver el jurado que decide el fallo, te das cuenta que son elegidos los mismo, los mismos que a veces premian la misma obra, aunque en las bases se especifica que la obra no puede haber sido premiada con anterioridad, pero casualmente en las bases se especifica que el fallo es INAPELABLE. En esos fallos inapelables, se suelen premiar obras que ya han sido editadas, como se prohíbe en las bases, porque si está colgada en la red, están editadas ¿no?

Mi amiga Sofía dice que entiende mis reflexiones, partiendo de un caso muy personal, el mío, que me muevo de convocatoria en convocatoria sin resultado. Pero y el resto de los casos. Cómo debemos plantearnos estas cuestiones. ¿Qué es un premio literario, audiovisual, plástico? ¿Es realmente un apoyo a las iniciativas culturales del momento? ¿Simplemente es una acción diseñada por los relaciones públicas de diferentes entidades para lavar la cara de sus empresas-instituciones? ¿Participan los premiados en metálicos en convocatorias en las que no hay remuneración económica? ¿Está el jurado realmente cualificado para estos premios? ¿Realmente se lo toman como trabajo de investigación para ver qué se cuece en la mente de los jóvenes creadores o simplemente ven-leen algunas obritas y extienden la mano para recibir el cheque? ¿Qué pasaría si se prohibiera por ley que los premios dejarán de ser el maldito dinero? ¿Seguiría siendo apoyo a los jóvenes creadores? ¿Los jóvenes creadores, muertos de hambre, seguirían participando? ¿Por qué en todos los premios que ofrecen compensación económica, piden que en sobre cerrado adjuntemos currículo? Quizás si el premiado es una persona sin estudios y sin experiencia en el campo, la obra se caería sin querer en la basura y habría que premiar a otra.

En mi caso... dicen que no hay dramaturgos actuales, que la escena se está quedando sin ellos y hay que revisar los clásicos. Realmente creen que los que participan en esas convocatorias no son artistas, aunque no las ganen. ¿Alguien se preocupa de leer lo que llega a esas oficinas aunque no sean premiadas? Si yo presento una obra en una productora escénica, un teatro, con el subtitulo: "Premiada en Alburquerque" y otra sin ese subtítulo, cuál se leen, si es que la leen, y cuál apoyan o programan.

Mis amigos Rubén y Celia dicen que no puedo buscar en los Premios una especie de Beca que me ayude a sobrevivir para dedicarme a lo que realmente me gusta: crear. Busqué otros caminos. Muy bien... miremos las subvenciones. Salvador Távora lleva muchísimos años con el mismo lenguaje escénico, sin evolucionar en absoluto, y llenando plazas de Toro, necesita realmente el apoyo económico que le dan las instituciones o la necesita quizás mi amigo Ramón que lleva dos años intentando colocar su Dama de las Camelias en algún Teatro de España. Qué se valora realmente a la hora de apoyar la cultura, de incentivar la cultura, de motivar a los creadores, jóvenes o no.

Yo sigo en lo mío, produciendo mis propios espectáculos, aunque eso implique que estén a punto de embargarme el coche. Porque amigos míos, hoy me he descargado con los Premios y Subvenciones, pero qué pasa con ustedes. Esos que también crean, esos que les preocupa los nuevos discursos, que reflexionan sobre arte y sociedad, que llenan el Teatro Central de Sevilla o el Canovas de Málaga, pero que no van a ver nada más allá de allí. Como me comentaba mi amigo Felipe, más o menos, si Rodrigo García (La carnicería) viene al Central, lo vemos, si viene a la facultad de Comunicación, si te coge cerca también lo vemos, pero si viniera al Centro Cívico Cerro del Águila, que está junto al Polígono Hytassa y el Alcampo y que solo se llega cogiendo el 2 (Tussam)... seguramente irían cuatro gatos. Si al Rodri lo verían cuatro gatos en el Centro Cívico, cuántos verían el espectáculo de un desconocido que trabaja desde hace 5 años pero no ha recibido aún apoyo mediático, ni institucional, a caso es menos cultura lo que hace, es menos artístico, es menos creativo, crítico, seguramente no, pero interesa menos, porque no está en el lugar que le da calidad. ¿Para que exigimos entonces un Centro Cívico si nadie le da el valor que tiene y lo ven como el centro cultural del Barrio, sin entender realmente que eso es lo más glorioso que podríamos tener, si lo utilizáramos en condiciones, porque es dónde se haría nuestro discurso, el de la calle, el del vecino, el de todos?

Todos pensaréis, éste protesta ahora porque se ha levantado con los cuernos retorcidos y ha leído en el periódico que han premiado a otro y no a él. Seguramente. Y pensaréis que si me lo hubieran dado a mí, al tiempo que me dan la subvención y recibo la carta de 24 Ayuntamientos diciendo que me programan para su próxima temporada, todo cambiaría. Seguramente sí. Soy humano y egoísta. Como hacen los premiados ahora, que no lo critico, seguramente necesitan sobrevivir - supervivir- como yo. Y me callaría como una puta (como dicen en mi barrio) como hacen los que ahora están en una situación favorable para exponer sus ideas y todos la vean. Pero... vosotros... los que re-creáis viendo-leyendo nuestros proyectos, sois los que deberíais eliminar esta espiral de silencio, este sin sentido, este ficticio apoyo, que no es más que un sueldo para un pobre autor que se tiene que ganar la vida de alguna forma, pero que marca la vida cultural y de ocio vuestra. En definitiva, nuestro día a día, incluso el artístico, vuelve a estar marcado y diseñado por "Los Otros", los que premian, los que subvencionan, los que beca, los que programan y no por vosotros

Mientras tanto sigo montando mis cosas, buscando 20 € para comprar un camisón rojo para una de mis actrices. El rojo vale 35, bueno, nos conformamos con el blanco, aunque cambie todo nuestro sentido.

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