Forward 2003 - 2009

Manuel Borja (director del MACBA) se suma a la posición de la PRPC en relación a la BIACS

por ZEMOS98

A cuatro meses de la inauguración de la BIACS 2, la única información oficial sobre el evento es el texto que Okwi Enwezor leyó en Madrid en la feria comercial de arte contemporáneo ARCO, y que en los próximos días presentará en la Feria de Arte de Basilea, marcos poco apropiados, o quizás, según evolucionan las cosas, los más apropiados, para presentar una iniciativa como "Lo Desacogedor. Escenas Fantasmas de la Sociedad Global", que se propone: "desenmascarar a aquellas maquinarias que diezman y desgastan las interconexiones sociales, económicas y políticas, buscando así un retorno a la lógica de la totalización".

El texto de Enwezor es interesante y emotivo, sólo se le puede oponer que en ningún momento cita a quien debe gran parte de las ideas que se desarrollan en el mismo. En cuanto al proyecto expositivo, conociendo el trabajo de Enwezor y más concretamente la Documenta XI que comisarió, sospechamos que la BIACS 2 va a convertir en turismo todo lo que nuestra geografía política le ofrece dramáticamente: la emigración desde África, las guerras de oriente medio, la insurgencia latinoamericana, etc. Como dice Giorgio Agamben, no hay mayor templo para el capitalismo que el museo, el espacio del arte contemplado y consumido por hordas de turistas.

Resulta paradójico que Okwi Enwezor se pregunte: "¿cómo puede el arte jugar un papel integral y no sólo periférico con respecto al reto global que afecta tanto a la producción artística como a su recepción, especialmente a la luz de los efectos perniciosos de las políticas reaccionarias, conservadoras y fundamentalistas en todas las estructuras sociales del mundo hoy día?" y, sin embargo, ni se pregunte ni se cuestione un modelo como el bienalismo, sobresaturado, que funciona casi exclusivamente por razones geoturísticas. Ni tampoco se interpele sobre uno de los formatos que más han contribuido a los procesos de banalización que sufre el arte contemporáneo, sobre todo ese arte que a Enwezor le interesa porque opera en interrelación con la sociedad. No olvidamos que si bien estas bienales pueden visibilizar propuestas críticas de creación interesantes, no consiguen ni enfrentarse a las determinadas problemáticas, ni crear un debate en torno a ello, de tal modo que los agentes artísticos y activos del contexto donde se presentan puedan coger el testigo para producir una cadena de sentidos. Sino que, por el contrario, aquellos conflictos que presentan ya han sido convertidos en objetos de consumo cultural o, precisamente debido a fenómenos espectaculares como las bienales, en poco tiempo pasan a serlo.

No entendemos que Enwezor se proponga ni más ni menos que "...Explorar las alteraciones en las estructuras sociales del mundo. ...La BIACS 2 se concibe como una oportunidad para examinar la lógica contradictoria de distancia y proximidad que representa la estructura dialéctica de muchos procedimientos artísticos de la última década", y no se haya molestado en informarse, además de haber desatendido las noticias que le han llegado, sobre cómo la BIACS 2 está siendo financiada con fondos públicos gestionados por un consorcio de empresarios. Ni que tampoco se haya preocupado por los efectos que sobre la ciudad y su tejido cultural está produciendo. La carencia de conexiones de la BIACS con la realidad e incapacidad para potenciar las estructuras de la escena local, impide no sólo el desarrollo de éstas, sino que algunos proyectos, han tenido que soportar la rebaja presupuestaria general mientras se mantiene el beneficio de "proyectos estrella" como la BIACS. La parasitación de la BIACS sobre los fondos públicos es obvia, lo que conlleva unos "efectos colaterales" sobre el tejido cultural existente.

El título del texto de Enwezor sí es revelador: "Lo Desacogedor: Escenas Fantasmas en la Sociedad Global", pues nos parece que en todo esto de la BIACS 2 opera a la perfección la fantasmagoría en que consisten los procesos de transformación y metamorfosis del objeto cualquiera en mercancía artística, en valor de cambio. Es decir, que la fantasmada en este caso se produce cuando una operación empresarial financiada con dinero público, dirigida a potenciar y dinamizar la economía local, atraer turismo e inversiones, al tiempo que contribuir a generar orgullo y consenso entre los patronos, sean públicos o privados y la ciudadanía, se pretende presentar como un evento reflexivo, que "mirará más allá de la metáfora de la ciudad y empezará a reflexionar acerca de la compleja naturaleza de la adyacencia y la importancia asintomática de vivir al lado de, fuera de o dentro de un espacio determinado", en palabras de su comisario.

Pero si como Enwezor, citando a Walter Benjamin al inicio de su texto, piensa que: "La tradición de los oprimidos nos enseña que el estado de emergencia en el que vivimos es la regla, no la excepción", no entendemos cómo no se da cuenta de que efectivamente estamos ante una emergencia, la que sufren las políticas culturales que deben regir para una Autonomía como Andalucía y para una ciudad como Sevilla, que ciertamente debe apostar en su modernización por un diálogo entre lo local y lo global, pero no recibiendo como primera muestra la puesta en escena de una opresión: la que sufre una comunidad artística local debilitada, paradójicamente, con la "ayuda internacional". Que la globalización de las Bienales de Arte son un pálido reflejo de este "estado de excepción" permanente del que nos habla Benjamin es algo en lo que la crítica cultural internacional -Agamben, Jameson, Löwy, etc.- está de acuerdo. ¿Qué pretende, pues, Enwezor al colocar en el frontispicio de su proyecto la tesis benjaminiana del estado de excepción? Como sabemos, Benjamin desarrolló su escrito en confrontación directa con el jurista Carl Schmitt, sostén legal del nacionalsocialismo en la Alemania de los años treinta. La tesis de Schmitt es más que coherente con la resolución de Enwezor, si el "estado de excepción" es la regla fundemos nuestras actuaciones sobre el mismo, hagamos nuestra ley conforme a las excepciones: suspensión de libertades, estado de sitio, campo de concentración, etc. La crítica cultural lo ha advertido, el espectáculo es el estado de excepción permanente: ...hagamos de los museos un continuo de festivales de arte...que los conservatorios de música celebren continuamente aniversarios...que la feria del libro rija el tiempo en el que a los ciudadanos les toca leer...

Si bien Okwi Enwezor todavía no ha dado a conocer la relación de artistas que participarán en la BIACS 2, sabemos que ha invitado a artistas tan interesantes como Yto Barrada o Ursula Biemann. Entendemos que ellos no tienen por qué conocer los penosos efectos que el acontecimiento supone para el tejido cultural de la ciudad, pero creemos que el comisario que la organiza sí está obligado a conocer el contexto donde se presenta y cómo se financia y gestiona su propuesta y, por tanto, a informar de estas circunstancias a los artistas. Peter Friedl, por ejemplo, otro de los artistas invitados al evento, sin esta información básica no podrá disparar acertadamente su dialéctica del malestar, dirigida como suele ser su costumbre contra la propia institución que lo invita. Pero como Okwi Enwezor no ha realizado este trabajo informativo, aunque conoce y le hemos enviado todos los textos que la PRPC ha generado, nuestra Plataforma inicia una campaña de comunicación a los artistas participantes haciéndole llegar nuestros textos y posiciones, al tiempo que continua la campaña de adhesiones.

En Sevilla a 13 de Junio de 2006

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